viernes, 27 de septiembre de 2013

EL LADO MAS MACABRO Ian McEwan

Aparece un relato, escrito por el británico a mediados de los 70, en el que una mujer busca vengarse de su marido promiscuo cortándole la lengua y los genitales.


El lado más macabro de Ian McEwan
En unos días llegará a las librerías españolas «Operacióndulce»(Anagrama), la última novela de Ian McEwan (Hampshire, 1948). Se trata del regreso de uno de los «popes» de la actual literatura anglosajona y la trama promete no defraudar: una joven estudiante, reclutada por el MI5 en plena Guerra Fría en la Inglaterra de principios de los 70, que termina enamorada de su objetivo.
Sin embargo, esta semana el escritor británico ha sido noticia por una historia bien distinta a la que cuenta en «Operación dulce». Y es que, según recogen varios medios inglesesSebastian Groes, profesor de Literatura Inglesa, ha encontrado en los archivos de la Universidad de Roehampton un relato corto que Ian McEwan escribió a mediados de los 70 y que llevaba más de 30 años desaparecido.
La historia se publicó por primera vez en 1976 como «Untitled» («Sin título) en la revista«Tri-Quarterly» y Groes la ha recuperado en la segunda edición de su libro «Ian McEwan: Contemporary Critical Perspectives». En apenas dos páginas, McEwan cuenta la historia de una mujer que busca vengarse de su promiscuo marido. Para ello, le pide a un médico que le quite la vejiga y le corte la lengua, los genitales y los tendones de las muñecas mientras duerme.
El argumento hace justicia a la reputación del joven McEwan como contador de macabras historias, dignas de una imaginación un tanto gótica y siniestra. Según Groes, el relato sería un «ensayo» de McEwan para su cuento «Pornography» (1978), mientras que el personaje del médico sería un boceto del protagonista de «Sábado» (2005), Henry Perowne.

Un autor «muy coherente»

En declaraciones a la prensa británica, Sebastian Groes asegura que se trata de una pieza «muy corta y experimental, pero forma parte integral de su obra y demuestra que McEwan es un autor muy coherente, que lleva treinta años escribiendo sobre los mismos temas».
Junto a la historia del médico «amputador», Groes descubrió otrorelato perdido de Ian McEwan, de unas veinte páginas (y que el profesor planea incluir en una futura edición del mencionado libro), titulado «Intersection». En el cuento, que muestra retazos de la futura obra del autor (especialmente de «Sábado»), cuatro personas se cruzan en la calle «una ordinaria mañana de martes».
Al parecer, el novelista británico está «muy feliz de que ambos relatos hayan vuelto a la circulación». Y es que, «gracias a este tipo de historias se ganó el apodo de "Ian Macabro" en su juventud».

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