Cuestionario 50: Rosa Montero
En “La ridícula idea de no volver a verte” (Seix Barral), la escritora madrileña asienta su admiración por Madame Curie, pero también realiza un ejercicio de introspección marcado por el duelo a la vez que por un irreductible vitalismo. foto ASÍS G. AYERBE
01. ¿Cuál es ese libro al que siempre vuelve?
No vuelvo a ninguno. Hay demasiados libros maravillosos en el mundo que nunca tendré tiempo de leer como para ponerme a releer.
02. ¿Qué libro no ha leído ni tiene ganas?
Finnegans Wake, de Joyce.
03. ¿Un lugar ideal para leer?
En cualquier parte. Es una de las cosas maravillosas de la lectura.
04. ¿Se escribe por dinero?
A veces sí, depende de lo que escribas, depende del escritor. Yo escribo periodismo como oficio (o sea, por dinero) y novela porque necesito hacerlo para poder soportar la vida.
05. ¿Cómo es su rincón de escritura?
También escribo en cualquier lado, pero lo hago mejor sola y en un ambiente más o menos bonito. En el despacho de mi casa, por ejemplo.
06. ¿Tiene algún ritual para ponerse a escribir?
Doy unas cuantas vueltas antes, ja ja ja… No, no hay ritual.
07. ¿Qué bebe mientras escribe?
Té con hielo.
08. ¿Y cuando no escribe?
Siempre vino blanco.
09. ¿Le molesta que le den conversación los taxistas?
Depende del taxista y de la conversación. A veces se aprenden cosas interesantes y curiosas. Una de mis novelas, Instrucciones para salvar el mundo, nació de una conversación de madrugada con un taxista.
10. ¿Cree que la prensa es justa con usted?
Creo que sí, aunque, por supuesto, todos siempre queremos mucho más.
11. Una frase que la acompañe:
Recuerda que estás viva,
12. ¿Cuál es la última estupidez que ha escuchado?
“Voy a cambiar de vida”. La dije yo.
13. ¿Qué le ha hecho reír a carcajadas?
La última, relajada y maravillosa cena con mis maravillosos amigos.
14. Una ciudad a la que siempre quiere volver…
Londres.
15. Una ciudad que detesta…
Dallas, Texas, Estados Unidos.
16. ¿Cuál es su relación con Dios?
Lejanísima y circunspecta.
17. ¿Presume de que cuando pone la televisión solo mira documentales?
Nooooo…. Sobre todo veo series.
18. Si la nombraran presidenta del Gobierno, ¿cuál sería la primera medida que tomaría?
Cambiar la ley hipotecaria.
19. ¿Cómo sería más fácil corromperla, con poder, sexo o dinero?
Con la gloria.
20. ¿De vanidad cómo anda?
Soy mucho más orgullosa (que es cuando uno se mide por la propia exigencia) que vanidosa (cuando uno se mide en la mirada de los demás).
21. ¿Cuál es la idea más ridícula que ha tenido?
Querer caer bien a todos es bastante ridículo. Creo que lo superé hace años, aunque siempre quedan residuos.
22. ¿Una causa perdida por la que no se cansará de luchar?
Muchas. Por los derechos de los animales, por ejemplo. Aunque no me parece ni mucho menos perdida.
23. ¿Qué más hace falta en este país para que estalle una revolución?
Espero que falte mucho, desconfío profundamente de las revoluciones. Prefiero las revueltas y la presión democrática.
24. ¿Cuál de sus libros le recomendaría a Mariano Rajoy?
Mmmmm… Instrucciones para salvar al mundo.
25. ¿Qué no debería perderse nunca como lágrimas en la lluvia?
¡La Sanidad Pública, por favor! Si destruimos ese logro social lloraremos mucho.
26. Buscando a Marie Curie, ¿se ha encontrado a sí misma?
Me he encontrado a mí y a muchísimas mujeres. Su vida es un espejo de aumento de una realidad compartida por la mayoría.
“Desconfío de las revoluciones. Prefiero la presión democrática.”
27. ¿Qué deberíamos aprender de la Nobel polaca?
A no rendirnos y a perseguir nuestros deseos.
28. Si la tuviera frente a usted, ¿le diría algo o le daría un abrazo?
Me quedaría bastante paralizada de la emoción y la admiración. No se me nota, pero soy tímida.
29. Lo suyo es más bien la química (literaria) de las emociones, pero… ¿se acuerda de los elementos de la tabla periódica?
¡Noooooo! Por desgracia soy de letras y de una época en que ambos campos del conocimiento estaban totalmente separados. Lo lamento porque también me encanta la ciencia,
30. ¿Por qué en su libro marca ciertas palabras con una #?
Para resaltar y unir cada una de las menciones de los temas que voy desarrollando. Me pareció que ese signo de Twitter era una herramienta perfecta para señalar esa continuidad temática.
31. ¿A dónde quiere llegar como escritora?
Siempre quise llegar a escribir el mejor libro que jamás se ha escrito, pero a estas alturas, y siendo razonable, me parece que no voy a llegar a mucho más. Y estoy contenta.
32. ¿Y como persona?
Quisiera tener tiempo aún para poder ser un poco más sabía, un poco más buena.
33. ¿Cuál fue la última vez que la sacaron de sus casillas?
Por desgracia soy muy vehemente y me “desencasillo” fácilmente. Discutí por una tontería con un amigo anteayer mismo.
34. ¿Qué es lo que más despierta su erotismo?
Que me deseen.
35. ¿Y lo que más la decepciona de la gente?
La crueldad.
36. ¿Cuántos amigos tiene en Facebook?
13.000.
37. ¿Por qué páginas navega con más frecuencia en Internet?
Por la Wikipedia.
38. ¿Don Quijote o Sancho Panza?
Obviamente, los dos.
39. En su infancia, ¿qué aspiraba a ser de mayor?
Nunca me proyecté hacia el futuro. Qué vértigo.
40. ¿Y qué ha acabado siendo?
Una persona todavía inmadura pero razonablemente satisfecha.
41. ¿Algún arrepentimiento?
Arrepentirse es absurdo.
42. ¿Y alguna decepción?
Decepcionarse es paralizante. En mi vida he experimentado sufrimientos, angustias y desconciertos, pero ni decepciones ni arrepentimientos.
43. ¿Una satisfacción?
¡Miles! Me gusta mucho vivir.
44. ¿Cree en algo que no sea estrictamente científico?
¡Claro! Creo en el misterio de la vida. Hay un vasto territorio en sombras que la ciencia aún no ha desentrañado.
45. ¿Tiene algún objeto fetiche?
Sííííí…. Pero no voy a decir cuál es.
46. ¿Un vicio confesable?
Me muerdo los pellejos de los dedos. A veces me hago verdaderas carnicerías.
47. ¿Qué manía no soporta en los demás?
La charlatanería del ignorante que se niega a escuchar porque cree saberlo todo. Y el sectarismo fanático, que es algo muy parecido.
48. ¿Hay que darlo todo por la patria?
Hay que acabar con las patrias.
49. ¿Qué no soporta de sí misma?
Me desespera bastante mi exceso de pasión discutidora.
50. ¿Quién es Rosa Montero?
Si te digo la verdad, no lo tengo muy claro
Esta es una crónica sobre la vida de Marie Curie, pero sobre todo es una crónica sobre la pérdida de los seres queridos, trazada con una delicadeza y una emotividad que remueve por dentro, pero que nunca resulta sombría. Curie perdió a su marido y escribió un diario al respecto que hace a la autora trazar su propia crónica de la ausencia de su propia pareja, Pablo Lizcano, fallecido en 2009. Rosa Montero nos recuerda en el arranque del libro que, “cuando un niño nace o una persona muere, el presente se parte por la mitad y te deja atisbar por un instante la grieta de lo verdadero”. Y, a partir de ahí, nos lleva de la mano a recorrer la vida de Marie Curie, ganadora de dos premios Nobel (uno a medias con su esposo), descubridora de las propiedades del polonio y el radio, mujer incansable que, entre tantos trabajos e investigaciones, nunca desfalleció por el dolor de quedarse sola, pero tampoco olvidó la huella de Pierre Curie. Rosa Montero traza su propio itinerario de la ausencia y lo hace incluso con pinceladas de humor, con una alegría que sobrepasa el dolor porque, por encima de lo que la vida le ha quitado, pone en valor lo que la vida le ha dado: la fortuna haber disfrutado del amor, de la compañía, de remar con alguien a su lado durante años. Un libro escrito con corazón y sensibilidad, donde entremezcla la biografía, el diario, la crónica y, especialmente, la reflexión sobre las cosas que tiran de nosotros hacia adelante y hacen que la vida sea un regalo.
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