viernes, 21 de diciembre de 2012

'La cápsula del tiempo'


Elija su propia aventura, caballero



¿Recuerdan eso de 'si quieres ir al barco pirata, ve a la página 53; si no,...? Miqui Otero retoma la fórmula para construir una atípica novela costumbrista




Los críos que crecieron con 'Regreso al futuro' y Michael Jackson, los 'Fraggle Rock' y 'Oliver y Benji' no leían a 'Harry Potter'. La generación que se hizo mayor en los 80 y los primeros 90 estuvo marcada por unos libritos de tapas rojas que a España trajo la editorial Timun Mas. 'Elige tu propia aventura' despertó en muchos el placer de la lectura obsesiva: hablamos de veranos enteros con los padres, pegados a esos volúmenes ligeros, en los que uno podía viajar a través del tiempo, perderse en el Amazonas o terminar anclado en el Triángulo de las Bermudas. El lector tomaba decisiones, era el único responsable del éxito o el fracaso de la trama a través de unas opciones que le permitían pervertir las reglas de la novela y saltar de una página a otra.
Miqui Otero. | Santi CogolludoEl barcelonés Miqui Otero, que fue uno de esos niños, publica ahora, a sus 32 años, 'La cápsula del tiempo' (Blackie Books), un homenaje a esas novelitas juveniles en clave adulta. "Es un proyecto que surgió a partir de unas cervezas y una noche de nostalgia", explica el autor, que debutó en las ligas literarias con 'Hilo musical' (Alpha Decay, 2010). "Me gustaría que el que compre el libro haga lo mismo que yo hacía entonces. Quiero que lo subraye, que doble las esquinas de las páginas que considere importantes, que lo manosee hasta dominar todos sus recovecos", añade el escritor, que confiesa que le gusta comprar libros de segunda mano para "espiar qué hizo con ellos su antiguo dueño".

Noche de Reyes en Barcelona en 37 finales

Tras su apariencia de pasatiempo, que también lo es, la obra se convierte en un retrato costumbrista, a la vez crudo y despiadado, alocado y cercano; un relato honesto de lo que podría suceder en una gran ciudad europea (Barcelona) durante un instante cualquiera (la Noche de Reyes de 2013). "Nunca me canso de observar", explica Otero. "Puedo pasarme horas en un bar de viejos charlando con gente desconocida. Eso es lo que me inspira a escribir y a contar historias anónimas". Los rumanos que tocan el acordeón en el Metro, los pakistaníes que venden cervezas a un euro, los treintañeros españoles en paro que han perdido la ilusión y gastan sus días estancados en la rutina. El caleidoscopio de personajes es inmenso, tanto como el número de finales (hasta 37 distintos) que existen para esta historia.
El punto de partida es muy novelesco: llueve, estás sin blanca (perdonen el tuteo) y tienes una cita en la otra punta de la ciudad con tus amigos de la infancia para desenterrar un cofre (la cápsula del tiempo) que guarda recuerdos que ocultasteis hace 20 años. Las dudas, la lucha del carácter contra el destino, la casualidad... Todo cuenta aquí, aunque el lector es el último responsable de cada decisión. "Es cierto que los finales más alegres están reservados a los que hayan tomado opciones valientes y desprejuiciadas, y todo lo contrario para el que opta por ser aburrido, triste o rácano. Sin embargo, la elección no siempre está clara", apunta con misterio Miqui Otero.
El libro incluye un mapa ilustrado, que trata de poner orden en este universo esquizofrénico; distintos juegos, que habrá que superar para avanzar en la lectura, y 13 relatos paralelos, que funcionan como un comodín al que acudir en busca de consejo en algunos de los pasajes más complicados. "Lo he llamado 'El libro negro de los 13 instantes estrellados de la Humanidad'. Todos giran en torno a la idea de que incluso los momentos más importantes de la Historia estuvieron guiados por el azar y muchos de ellos tuvieron desenlaces ridículos".
La Barcelona en la que se desenvuelve el protagonista (y a donde se traslada el lector) es una metrópoli que no para, donde el tren siempre está atestado de gente que suda y el bar es el refugio más lógico; una ciudad que vive la crisis con resignación ("habrá que decirle al chaval que este año la bici no podrá ser") y con forzada excitación, como si fueran los últimos días, como si la profecía maya del fin del mundo fuera una realidad. "Trato de ser sincero con lo que cuento. Últimamente todo va mal, pero hay que tomar decisiones para sentirse vivo, hacer cosas y avanzar, ahí está la esencia del libro", concluye el autor, que también es periodista, profesor y organizador de asuntos culturales con un sabor único, como el festival Primera Persona.

José Fajardo | Madrid

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