jueves, 12 de diciembre de 2013

"PORN & PAINS" SANTAS DE LA PORNOGRAFIA POR ELISA VICTORIA

  • Elisa Victoria estrena su primer libro, mezcla de diccionario pornográfico y autorretrato

  • "Me gusta creer que la mayoría de actrices son buenas chicas que sacrifican su intimidad para entregársela a los pobres"


  • Elisa Victoria, autora de 'Porn & pains'..Jueves pasado: un correo trae el pdf de un libro titulado 'Porn & pains' editado con el sello de Esto No es Berlín. La remitente del 'mail' anuncia "una defensa del porno 'mainstream' y un compendio de ensayos eruditos y muy personales sobre su experiencia como fan (y consumidora) de las mejores y más extrañas actrices porno de los últimos tiempos". El nombre de la autora del libro, Elisa Victoria, suena muy musical pero es perfectamente desconocido. En Google sólo aparece con ese nombre y su apellido la oferta de trabajo de una profesora de clases particulares de Filosofía en Sevilla. Junto a la oferta y en el correo aparecen también dos fotografías de Elisa Victoria. Esto es un poco incorrecto decirlo pero, ¡sorpresa! la autora es guapa. "He aquí una chica que defiende las mamadas de toda la vida y el 'gang bang'. Y con talento", explica el correo introductorio.
    ¿No será todo esto un engaño, una de esas escritoras fantasmas, inventadas para que los chicos heterosexuales nos pongamos de los nervios? En principio, no: este viernes, Elisa Victoria en persona presentará su libro en Madrid, en el Café Bar Tío Vivo. La ilustradora Elena López Macías y la escritora Gabriela Wiener la acompañarán. Además, aparece también una dirección de correo electrónico a la que dirigir algunas preguntas.
    Asi que, ¿quién eres, Elisa?
    "Prefiero pensar que ningún autor tiene demasiada relevancia en su obra, pero este es un caso que se presta especialmente a mi desaparición porque muchos de los textos de 'Porn & pains' tienen puntos de vista distorsionados. Ante el lector sólo puedo presentarme con este libro debajo del brazo, es el primero que me publican".
    El libro, claro. Cómo explicarlo: 'Porn & pains' es una relación de fichas de actrices de la industria pornográfica, estadounidenses y centroeuropeas, en su mayoría, a las que la autora evoca o dialoga con ellas. Y, actriz porno a actriz porno, se retrata. Se retrata muy bien, la verdad.

    Sentadita a mi lado con su falda fea de cuadros y el gorro de lana quedaba claro que estaba dispuesta a suspenderlo todo con tal de llamar mi atención. Porque no se enteraba de nada, se dedicaba únicamente a subirse la falda sin inmutarse y me escribía gilipolleces en la mesa indicando que debía mirar hacia abajo. Yo miraba. Muy bien. Medias blancas, bragas amarillas aquella mañana. Apuntó en la mesa que eran nuevas. Notición. Sus cachas, sin embargo, sí me atraían. Me dejaba verla, tocarla. Después de clase me acompañaba al césped. Me roneaba el camino entero hasta el piso donde yo vivía entresemana. Llamaba a su madre para decirle que no iba a comer, que no iba a cenar, que no iba a dormir. Era otro asunto el que me interesaba. Lo que yo quería era verle el culo abierto. Que se lo abriera y me lo enseñara. La pobre lo intentaba durante horas, pero no había manera. Culo estrecho de los cojones. Sobre Sharka Blue.
    A alguien se le ocurrirá pensar que el libro es algo así como el diario de una chica que ficha a sus compañeras de instituto, con afecto o envidia o crueldad o repugnancia, o pena, o deseo... Con la particularidad de que las chicas no son compañeras de clase sino actrices porno. ¿Es algo así? "No es una idea descabellada", explica Elisa Victoria, "hay una fuerte presencia de instituto y de adolescencia en el libro, apesta a hormonas y a ansiedad de realización juvenil. También está plagado de las consecuencias de ese ambiente escolar tan cargado y confuso. Las niñas tienen que lidiar con un papel muy extraño durante esos años de crecimiento, se les entrega o no el poder de ser deseadas y muchas se hacen un lío por exceso o por defecto. Me consta que numerosas actrices porno han sido niñas muy tímidas e introvertidas y otras animadoras populares. No me suelen fallar las cuentas cuando calculo que las dulces y generosas han tenido vidas irregulares. Disfruto mucho imaginando su pasado tétrico y lo que ahora piensan de ellas sus compañeros de clase".
    Los que fuimos adolescentes sin internet recordamos a lospequeños traficantes de pornografía que aparecían en todas las clases. Siempre chicos, porque las chicas no parecían muy interesadas por el asunto. Ni siquiera aquellas muchachas a las que les caía como una condena la etiqueta de 'fácil'. Chicas desafiantes que, ahora que ha pasado el tiempo, tendemos a recordar como personas frágiles. "Las calentorras no suelen tener necesidad de porno porque despiertan mucho interés, todo el mundo quiere salir con ellas. Ser una calentorra no tiene nada que ver con mirar porno, que es un acto oscuro y solitario. Seguro que conoce espectadoras de porno, pero no tiene que intentar identificarlas entre las casquivanas sino entre las modositas. No las subestime, van sobradas de pómulos altos y miradas felinas. Son puro fuego, sólo necesitan una oportunidad. Están quemando internet a escondidas", explica Elisa Victoria.
    Las niñas tienen que lidiar con un papel muy extraño durante esos años de crecimiento, se les entrega o no el poder de ser deseadas
    Da igual, para chicos y chicas, guapos o feos, la promesa de placer de la pornografía es bastante agridulce: está la excitación pero también está la tristeza. ¿Diría Elisa Victoria que fue para bien el día que la pornografía se cruzó con su vida? ¿Si pudiera, lo cambiaría, no sé, por el tenis o porcualquier otra obsesión más o menos relacionada con la belleza y las emociones que pueda haber? "El porno no me ha supuesto impedimento para apreciar las cosas bellas, incluso puede que sea excesivamente romántica en el sentido clásico de la palabra. Lo más probable es que suceda al revés, que vea en el porno más cosas tiernas de las que en realidad hay... No conozco a nadie que no se haya cruzado con la pornografía en su vida, no hay necesidad de elegir una única obsesión, todo el mundo puede tener varias. Y se ha rodado un montón de porno en pistas de tenis".
    Y continúa: "Todos, supongo que todos los reproches contra la pornografía pueden ser justos. La perspectiva suele ser masculina, cuando hay guión es de risa y cuando no el 'gonzo' despoja de toda magia la situación. A veces el porno se vuelve tan espectacular que es capaz de asustar, algunas condiciones físicas son extremas y si a la gente se le ocurre imitarlas se expone a peligros graves. No puedo negar nada de esto como tampoco comprendo en qué sentido es tan negativo. Los actores se llaman a sí mismos 'performers', el porno es ficción, pretende causar cosquillas y asombro. No me gusta que se ataque la ficción. Se me ocurren trabajos y productos mucho peores que los relacionados con esta industria y no tienen que lidiar con tantas acusaciones". ¿Y la pornografía no convencional? "No sé exactamente a qué se refieres con pornografía no convencional, pero mi consejo para quien busque material fino es que explore a fondo la filmografía de David Cronenberg".
    "El porno supone el único consuelo cálido de un montón de gente que no tiene acceso a una mujer de verdad, a una amiga. Me gusta creer que la mayoría de actrices son buenas chicas que sacrifican una suculenta parte de su intimidad para entregársela a los pobres. Las ilustraciones de Elena López Macías giran en torno a la imagen de la actriz porno en el silencio acusador de su hogar cuya única recompensa es el amor de un público agradecido".
    Última pregunta: no hay hombres en el relato. ¿Por qué? "Hay un montón de hombres, lo que pasa es que no lo parece".
  • elmundo.es

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