lunes, 5 de noviembre de 2012

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Vázquez-Figueroa nos sacude con Coltan

Escrito por: barambioes 
Cada cual tiene su destino, el suyo, soñador, viajero, reportero, investigador, vividor, amante o escritor. Mil vidas en una, la de Alberto Vázquez-Figueroa, que una vez más desvela secretos a voces de la sociedad de consumo y las nuevas tecnologías. Coltan aparece en nuestras vidas para informarnos de la existencia de un mineral que es pieza imprescindible en nuestra vida moderna, de momento insustituible y provocador de guerras como la del Congo. Una novela coral, llena de acción y misterio que explota en nuestra cabeza. Nos hará pensar, eso espera el autor, nos hará cuestionarnos determinadas circunstancias y sucesos, y abrirá una puerta a la verdad. Después de más de 70 años de vida, dice sentirse muy bien, de tan inmunizado que está de tanta guerra y enfermedades, y a pesar de todo su carácter joven y versátil hace de este autor un mito para la literatura actual, un sabio para el periodismo y un ejemplo para los “bon vivant” que habitamos en este mundo. Va por ti.
¿Qué esperas de Coltan?
Nunca se espera nada, los libros hay que escribirlos porque uno quiere escribirlos y porque considera que en ese momento tiene algo que decir, si sale bien, el éxito es maravilloso, pero si no sale bien no importa. Escribir siempre lo comparo yo como amar a una persona mucho, hacer el amor con ella constantemente y un día te pagan por ello, es genial pero yo seguiría haciéndolo aunque no me pagaran.
A mi me gusta escribir y hay veces que escribir sobre unas cosas muy determinadas, y en este momento al descubrir la importancia que puede tener el coltan pensé que tenía que escribir un libro sobre este mineral. Si yo me hubiera dedicado a escribir un tratado técnico sobre la composición del coltan, qué significa en la vida, nadie lo hubiera leído, solo los expertos, sin embargo, a través de una novela, sus muchos personajes, mucha acción y mucha intriga, el lector al terminar de leerla pensará “qué interesante es esto, no sabía que dependíamos de esta manera de un solo mineral, ni siquiera que existiese”. Y es que no sabemos que todo lo que nos rodea no funciona si no tiene coltan: los móviles, los ordenadores, los satélites, las pantallas planas, las armas teledirigidas, todo eso tiene un componente común que sirve para crear unas conducciones extremadamente finas sin las cuales no funcionarían todos esos aparatos y muchos más. Sin el coltan tendríamos que volver al cobre o a otros elementos, el teléfono móvil se volvería a convertir en un maletín, adiós a las pantallas planas, no podríamos tener ordenadores portátiles. Lo que yo quiero decir es que si el coltan se acaba con qué lo vamos a sustituir, no hay otro mineral igual, con las mismas características, eso es lo que espero de la novela, que la gente sepa.
¿Y que se conozca la existencia de este mineral?
Lo que pasa es que las empresas que quieren dominar la producción de coltan no les interesa que la gente conozca la existencia de este mineral tan importante en nuestras vidas, si todo el mundo sabe que existe y la importancia que tiene, todo el mundo iría a por él. Ahora se van a molestar mucho por el libro, porque ni siquiera expertos en informática, por ejemplo, saben de la existencia e importancia de este mineral, el instrumento con el que están trabajando. Cuando se descubrieron sus portentosas cualidades es cuando se desarrollaron todos los aparatos de que antes eran grandes y ahora son minúsculos. Pero por qué la gente no sé preocupa del porqué han evolucionado tanto las tecnologías y las comunicaciones, precisamente por las propiedades del coltan. Yo soy periodista, he vivido muchos años en África, me interesó el tema y empecé a tirar del hilo.
¿Has recibido alguna presión a la hora de publicar la novela?
Y a mi qué, yo siempre he publicado novelas que a determinadas personas no le han interesado. Cuando publiqué Vivir del viento, sobre los aerogeneradores eléctricos, cuando decía y lo sigo diciendo, que es uno de los negocios más sucios y más corruptos después del tráfico de armas, cuando lo publiqué hace dos años, se enfadaron mucho y me amenazaron mucho pero y qué; si cuando era joven era corresponsal de guerra, y estuve en tantas y no tuve miedo, y si lo tuve me lo tragué; si ahora a estas alturas de la vida tuviera que tener miedo de lo que me pudieran hacer por decir algo que a alguien no le conviene, querría decir que con el tiempo, con la edad, me he vuelto miedoso, y que me he vuelto viejo y eso si que no lo admito. No estoy dispuesto a reconocer el miedo a estas alturas, porque si una persona siempre ha tenido unas ciertas prevenciones hacia una guerra, a ciertas circunstancias y se hace viejo y sigue siendo igual pues bueno, pero para mí sería una traición a mi mismo. Si ahora le voy a tener más cariño a un pellejo viejo y arrugado que el que le tenía con 30 años o con veintitantos años a un pellejo lustroso y atractivo, me he vuelto una mierda. He estado en guerras en las que daban duro, si antes no me achicaba ahora porque me amenacen no lo voy hacer, anda y que les den por culo.
¿Cómo ha sido el proceso de documentación?
Es una labor periodística, de saber buscar y un indicio te conduce a otro; llamar a alguien y después a otra persona, conocer el terreno, he vivido 21 años en África, con eso poco a poco vas acumulando fuentes y conociendo más a fondo el tema. Pero ese es mi oficio, soy de la promoción del año 59, he sido periodista durante casi cuarenta años, algo habré aprendido.
Imagino que la profesión te habrá dado muchas fuentes de las que beber para casi cualquier tema
Puedo llamar a gente en muchos países, donde tengo amigos y conocidos que me dan información, además hoy en día con Internet es muy fácil y además tengo tantos amigos en el mundo a base de regalar mis libros por Internet. En mi página web pones tu dirección y te mando un libro, así he hecho infinidad de amigos, que me dan información inmediatamente, hoy en día buscar información no es tan difícil, pero en este caso, lo básico, es el coltan. Todo de lo que tienes en tu vida diaria normal necesita el coltan, si vas a coger un avión, si te quieres comunicar por Internet, tiene que ser con este mineral, ¿y nadie sabia lo que era? pues ya es hora de que lo vayan sabiendo, ¿yo fui el primero que se dio cuenta? pues bendito sea dios.
Ahora una pregunta obligada; da la impresión de que usted ha vivido muchas vidas en la suya, ¿cómo se hace eso?
Pues no lo sé, las circunstancias se han sucedido así y además siempre he estado dispuesto a todo, así es más fácil. Cuando era corresponsal de guerra o periodista me apuntaba a un bombardeo. Lo importante es hacerlo aunque te salga mal, yo nunca me he arrepentido de nada que he hecho, a veces las cosas me han salido bien y otras mal, pero lo que sí me daría miedo es arrepentirme de las cosas que no hubiera hecho. La gente tiene mucho miedo a las cosas pero para vivir la vida que yo he vivido tienes que decirle siempre a todo que sí, ¡vamos a hacerlo! sale bien o sale mal, la diferencia está en que muchos se quedaron en el camino porque pasó algo y ahí se acabó su biografía. Yo tuve suerte porque me pegaron un tiro, cogí infinitas enfermedades, tantas enfermedades tropicales y tantos “follones” que pensé -cuando llegue a mayor estaré hecho una piltrafa-, pero debió ser que aquello me inmunizó y hace 30 años que no me duele nada. Es curioso que sólo me duele algo en la cama, cuando duermo mucho me levanto con un ligero dolor en la espalda pero a los cinco minutos se me ha pasado. Hace 30 años que no cojo un resfriado, que no me pasa nada. Cuando supuestamente, todos mis compañeros o están muertos, tienenAlzeimer o están mal, yo estoy muy bien. Tengo 71 años y he vivido muchas cosas porque yo nunca quise quedarme en la redacción del periódico, ni en ningún puesto fijo, ni ser arquitecto como querían, a mi lo que me divertía era hacer lo que he hecho, unas veces bien otras mal, otras veces pasando muchas calamidades, muchas veces arruinándome, a veces me salía todo mal, me encontraba en medio de una guerra donde están pegando tiros o estaba en medio de una selva perdido. Pero por qué, porque quise estar allí, nadie me obligó. En esas situaciones lo que había que saber era cómo arreglárselas para salir del lío para poder meterme en otro. Cada cual tiene su espíritu y hay que respetarlo, el mió salió así y hasta ahora me ha ido bien, que en cualquiera de estas me matan, pues bueno por lo menos he vivido haciendo lo que me da la gana. Tuve muchos hijos, hice mucha vaina, unos días lo he pasado muy bien otros muy mal, si lo que pretendes es la seguridad en la vida entonces tienes que ser de otra manera y elegir otro camino. Si eliges ser una persona disparatada, aunque esta palabra es muy fea, si te gusta vivir, tienes que estar dispuesto a vivir cualquier circunstancia en cualquier momento, pase lo que pase. Elegir vivir o vegetar. Conozco a mucha tente que quiere estar tranquila en su casa, sin grandes sobresaltos, con una vida rutinaria, saber en todo momento donde está parado, me parece muy bien porque si todo el mundo se dedicara a hacer lo que yo, sería un disparate, quién maneja el autobús, quién dirige en banco, quién hace la comida, quién planta las patatas, en el mundo hay gente para todo. Por ejemplo, nunca sería torero, ni sería alpinista, pasando esas calamidades, eso si que no. Tuve en Bolivia una novia que cuando yo llegaba a verla le decía, “hasta el tercer día ni me toques, cuando me acostumbre bien, porque si no voy a hacer el ridículo o me voy a quedar de un infarto muerto”. Cada cual tiene su destino.

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