lunes, 22 de octubre de 2012

ENTRVISTA A JULIA NAVARRO ESCRITORA/ EL MUNDO


Julia Navarro: 'No tengo nada que ver con Dan Brown'

La escritora Julia Navarro, en una de sus terrazas favoritas. | Carlos Alba
Escribe libros de más de 1.000 páginas sobre misterios medievales, fanatismos o vidas que se han tragado el siglo XX o al contrario. Sin embargo, Julia Navarro, periodista y autora de 'La Biblia de barro' o 'La hermandad de la Sábana Santa', guarda en una fragilidad aparente, la fuerza de quien se levanta a las cuatro de la mañana todos los díascuando está inmersa en una producción.
Elige la terraza del Café de Oriente para charlar con ELMUNDO.es, una especie de 'seguna casa' donde suele bajar con la familia a tomar el aperitivo. Sin embargo, por prescripción médica temporal, la escritora se ve obligada a pedir agua. "Normalmente tomaría un vermú", confiesa activando la maquinaria...
Pregunta - Leer sus libros exige un esfuerzo físico...
Ficha
En la barra del... Café de Oriente (plaza de Oriente)
Lo mejor del lugar: La imagen del Palacio Real al fondo y el ir y venir de turistas
Recomendación: Sentarse en cualquier mesa de la terraza
El mejor momento para ir:A cualquier hora
Creo que los libros no son ni largos ni cortos, ni gordos ni flacos. Son entretenidos o aburridos, te enganchan o no. Estoy tan convenida de que mi libro es estupendo que, a pesar de que pesa, es un peso ligero.
P. - Vendiendo tres millones de libros en más de 30 países, ¿se puede vivir de la literatura?
Afortunadamente puedo decir que vivo de la literatura, aunque no sé si soy un fenómeno literario. Es verdad que es difícil, pero si tienes suerte y los lectores hacen de tu libro un éxito, se puede. La verdad no sé por qué la gente entiende mis novelas tan bien en el extranjero. Una vez en la feria de Frankfurt, le pregunté a mi editora coreana cómo era posible que mis historias interesasen en Corea. Y me explicó que vivimos en una sociedad globalizada, donde ya no estamos tan lejos los unos de los otros.
P. - Algunos la han comparado con Dan Brown (el autor de 'El Código Da Vinci'), ¿le molesta?
No me molesta porque no tengo nada que ver con Dan Brown. Fue al principio que hubo alguna persona que quiso hacer una similitud pero, afortunadamente, no se ha vuelto a producir. Son formas de escribir muy diferentes y nadie que haya leído mis novelas puede comparar. Ni para bien, ni para mal.
Responde pensando lo que dice, pero no deja de mostrar curiosidad en cada frase. Lee cuatro periódicos generales todas las mañanas"porque si no, parece que me falta algo" y escucha como quien registra cada una de las palabras de su interlocutor. "Deformación profesional".
P. - Y en la mesa, ¿qué no puede faltarle?
He de confesar que no soy una gran gourmet. Como poquísimo, soy vegetariana y mis comidas están limitadas pero un buen vino en una comida especial con amigos no debería faltar. Y el pan. Es una auténtica maravilla, es el sabor y el olor de la infancia.
P. - Un 'pan y circo' que le critican a Zapatero con el fútbol...
Los seres humanos no podemos estar 24 horas pensando que nos va muy mal, que todo es horrible. Necesitamos una vía de escape y el fútbol no tiene por qué ser únicamente pan y circo. También es una manera de soñar y eso nos viene fenomenal por pura salud mental.
P. - Pero ¿le parece normal que estemos más pendientes del Mundial que de la crisis?
La crisis tiene a nuestro país en depresión general y que la selección nacional nos dé una alegría es algo que estamos deseando, porque es casi la única alegría que nos vamos a llevar en estos momentos.
Pasa de hablar de 'La Roja' a la salud de los medios de comunicación sin pestañear y con la misma seriedad en sus respuestas. Es muy crítica con cómo se informa ahora pero insiste en que "el periodismo es imprescindible". "Las sociedades no serían democráticas o libres si no hubiera periodismo. Cumple una función social".
P. - ¿Qué nota cree que le prondrían los ciudadanos a los medios de comunicación si se les preguntara?
Depende del momento. Yo soy muy crítica. Creo que no estamos atravesando un buen momento. Están demasiado mediatizados por intereses políticos y económicos y las redacciones han perdido poder. Y eso es una mala noticia. El poder tiene que volver a la redacciones.
Inmersa en la presentación de su nueva novela, 'Dime quién soy', en la que hace un repaso del siglo XX a través de sus personajes, Julia Navarro confiesa que le gustan las promociones simplemente por el contacto directo que tiene con los lectores y con los libreros.
P. - Siempre habla de la conexión con el lector, ¿cuál es su receta?
Que les gustan las historias que les cuento y se produce ese momento mágico. Me gusta saber quiénes me leen y por qué. Yo les pregunto qué es lo que les gusta de mis libros y la experiencia es muy enriquecedora.
P. - ¿Alguna vez ha cambiado algo por sus opiniones?
No, no han influido en novelas posteriores. Yo escribo las historias que quiero escribir. Tengo una idea y trabajo en ella. Pero en ese momento no pienso en los lectores, sino sólo en lo que quiero contar.
P. - Viendo sus novelas, no es de las que cree que es mejor no remover el pasado...
El pasado tenemos la obligación y el derecho de conocerlo. Me parece imprescindible. No podemos saber quiénes somos ni entendernos si no sabemos de dónde venimos. Pero conocer el pasado no significa hacer un proceso porque no tenemos poder para eso.
P. - ¿Ve útil leyes como la de Memoria Histórica?
No debería ser vista como una agresión. El poder rescatar a los familiares de una cuneta y enterrarlos donde uno quiera me parece un derecho, y un deber de la sociedad ayudarlos. Si mi abuelo estuviera en una cuneta, reivindicaría el poder sacarlo de allí y enterrarlo como a una persona querida.
Echando mano a esa memoria, y a mucha documentación, "en el caso de 'Dime quién soy', muchos documentales y archivos sonoros del siglo XX", se reconoce en su currículum como parte de la historia más reciente de España.
P. - ¿Cuáles son los momentos más emocionantes de su carrera?
Recuerdo varios: las primeras elecciones democráticas; cuando se aprobó la Constitución, que yo estaba en las Cortes y se me cayeron unos lagrimones enormes o el 23F. Estaba en el Parlamento y seguramente fue el momento en el que más miedo he pasado.
P. - Ha viajado literariamente por la Edad Media al siglo XX, ¿en qué tiempo le hubiera gustado nacer?
Como tengo una enorme curiosidad por lo que pueda pasar en el futuro, me hubiera gustado nacer en el futuro. Me apasiona saber cómo será la sociedad en el 2030 o en el 2100. Ese ansia me llevaría a querer tener una cita en el futuro.

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